sábado, noviembre 8

Pasión al patinar

Sí, es así. Cada vez que llega la hora de ir a patinar o el día no tengo ganas realmente, pero cuando tengo ya los patines puestos, siento adrenalina, ganas de patinar, me siento felíz, libre, sin preocupaciones. Siento como al girar cada rueda voy dejando las angustias, los problemas del día, de mi vida.. En cada salto me demuestro que tan lejos puedo llegar.. Todo depende de mí. Soy yo y mis patines. En cada movimiento de brazo se ve la delicadeza y la pasión que me da hacer esto. Cuando hago piruetas o giros es espaciar mi mente, dejar fluir los sentimientos que tengo ahí. Son dos horas por día para mí; donde nadie me hace sentir mal, inferior o triste. Dos horas que las valoro muchisimo y cuando no voy, estoy tencionada, caprichosa. Me doy cuenta que lo necesito. Podria llamarlo terapia, pero es llegar a un tema que mejor no tocarlo en esta entrada. Patinando soy yo. No me atrae la idea de hacer festivales ni los preparativos que esto trae ya que siempre hay escandalos y problemas de modistas (experiencia) pero el día del famoso festival, las horas anteriores, el segundo antes de entrar al club a cambiarme a preparame, son de puro deseo de salir a la pista y como se dice: romperla. Los nervios invaden tu estómago, la cabeza no para de trabajar un minuto, cuando calentas antes de salir pensás que movimientos vienen; las manos transpiran y mayormente lo que haces es mirarte a un espejo y ver tu look y repasar la coreografía, ver que todo esté bien, que no falte nada ni nadie. La música, las luces, todo. Salir a la pista, el mejor momento. Todo lo que nos dijimos, peleamos, discutimos y todos los inconvenientes que tuvimos se esfumaron al pasar por el telón. Las luces en tu face, el público atento a vos, a tus movimientos, todo lo ensayado, es hora de exponerlo.. El traje, tantas horas bordando mi vieja para que sea el traje mas lindo (aunque son todos iguales). Bueno ya en la pista, ya exuesta, es la hora de que la musica empieze y la coreografía sea admirada por los demás. Cuando todo termina, hay una sensación de éxito total, de un triunfo único. Y sí eso es lo que ocurre. Triunfé, reté al público a ver lo que preparamos, enfrenté las convinaciones más complicadas del baile, me alivié al ver que el truco había salido bien. El final, al saludar al público, el sentir esos aplausos hace que te sientas gratificada, agradecida por participar en ese conjunto de patinadoras excelentes que hay junto a vos.
Por eso amo patinar, por ser libre de todo y amo hacerlo.
Patinando soy felíz.

2 comentarios:

enfiestamevip dijo...

extrem, emo, extrem meik ouver xd no te imaginas todo lo qe sos para mi, ni lo mucho que aprendi a qererte amiga! vos si sos una de verdad. Te AMO ♥ Martutu

BLONDIETOOP dijo...

maqi,
te amo gordi,
te quedo lindo=)
pero me da asquito la foto d la mina en maya, puajj